Nikole ya tiene 15 meses, que sumados a los 9 de embarazo ya son 2 años los que han pasado desde que mi vida comenzó a cambiar. Ya se que suena muy manido lo del "cambio que acontece a toda mujer tras experimentar la maternidad" pero es que es una verdad como un templo.
2 años de experiencias, de aprendizaje, de equivocaciones y algún acierto; pero sobre todo 2 años de felicidad, de plenitud, de haber iniciado como mujer y como persona una nueva etapa en la que las cosas tienen la importancia que tienen y no más, en la que las prioridades se han dado la vuelta campana y en la que te vuelves menos exigente con todo lo que no sea la estabilidad de tu familia.
Durante todo este proceso he seguido y sigo cantidad de blogs: de tiendas de ropa para bebé, de manualidades, de decoración, de cocina, de educación, de fotografía... Vamos, lo que viene siendo un poco de lifestyle. Picando un poco en los blogs, otro poco en Facebook, Instagram y recientemente en Pinterest he ido encontrando cositas que me gustaban y sobre todo dándome cuenta de que a otras personas, en su mayoría chicas, para que nos vamos a engañar les pasaba lo mismo.
La gente comparte sus cosas en internet, después de 30 años en el mismo pueblo, conoces a una chica con intereses afines a los tuyos a través de su blog y no porque te cruces con ella por la calle. Al principio miras esa exposición con escepticismo, sopesando el perjuicio-beneficio y al final llegas a la conclusión de que no vamos a ser más papistas que el papa ( que buena tiene ahora) y que nada es tan bueno ni tampoco tan malo.
Así qué un día se te cruzan los cables, se junta que no tienes a ningún paciente esperando en la sala ( maldita recesión), que las ideas bullen en tu cabeza, que tienes el armario petao de modelitos para la peque para el verano y nadie más a quien dar la chapa con ellos, y que te entra la vena exhibicionista en plan " porque yo lo valgo" y de repente te ves creando una nueva dirección de gmail y un blog con el mismo nombre que es lo mismo que grabaste en una pulsera que te hiciste el verano pasado y el apelativo cariñoso con el que tu esposo y tu os referís a vuestra retoña desde que le visteis esa cara de legumbre de potaje que maneja.
Así qué aquí estoy yo, gracias a Susana de "Las cosas de Paula" por inspirarme, gracias a "Carrusel mi tierno bebé" por educarme en los gustos de como vestir a un bebé como Dios manda y gracias a Carlos González y Rosa Jové por convencerme de qué es normal que Nikole a sus 15 meses duerma mejor entre nosotros y me pida la teta cada vez que se aburre.
Queda inaugurado este cajón de sastre que ni yo misma se de que voy a llenar.
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